El viejo Quetzalcoatl
Tengo la firme idea de que cada uno de nosotros tenemos un Propósito en esta vida, “un para qué”. A través del “Viejo Quetzalcoatl, intento expresar que quizás al final de nuestras vidas podamos contemplar lo que pudimos hacer para dar sentido y propósito a nuestra existencia, sacar el balance de lo hecho en esta función llamada vida.
Esta es una pieza que nace de un momento de profunda reflexión después de un momento de crisis y fue gracias al Maestro y artista de la fundición, Juan Carlos Aguirre, que pudo materializarse en una bella obra en bronce.
Material: Bronce con pátina.
Año: Septiembre 2019
Medidas: 0.00 cm Alto x 0.00 cm de Largo x 0.00 cm Profundidad
Movimiento
La idealización del movimiento y de lo que se transforma, es lo que quise expresar con el símbolo del Caracol y el cabello llevado por el viento, no es sino una representación de la advocación de Quetzalcoatl-Ehecatl. Es en nuestra cabeza, en nuestra mente donde las cosas nacen, allí se gestan las grandes obras.
Reflexión
Una mirada perdida, reflexiva, en paz, en estado de profunda contemplación.
Legado
El viejo maestro que mira con orgullo sus obras y su legado. Su cara es acariciada por el viento pero no interrumpe el profundo momento de inspiración, el momento de hacer “el balance”.
La esencia de la entidad de la sabiduría, de lo dual, del conocimiento es materializado en el rostro de un “viejo abuelo” que da cuenta de lo legado.
