
Balam, que en maya significa Jaguar y es el nombre de este personaje que llegó a mi inspiración y que se materializó en esta obra. Hubo tal conexión con la visión que tuve del personaje que sólo la dejé fluir y en apenas un par de horas estaba allí haciéndose presente.
Este es un personaje que evoca la energía y la fuerza, la oscuridad y el conocimiento, la conexión del ser con lo esencial.
Material: Plastilina de escultor y resina con fibra de vidrio.
Año: Agosto 2019
Medidas: 27 cm Alto x 14.50 cm de Largo x 07.50 cm Profundidad
Aquí las “llamas” del conocimiento junto con representaciones de lo que es valioso e importante, aparecen también animales místicos que los grandes abuelos consideraban representaciones etéreas y hasta mágicas: las serpientes que emergen como simbolizando lo terrenal, la cabeza del gran jaguar símbolo de la noche y de la fuerza y la lechuza asociada a la muerte pero también a la sabiduría. Todo ello emanado de la mente del gran Balam.


En el rostro del Gran Balam, gran Jaguar, intenté transmitir la enorme paz que me generó este personaje, la enorme tranquilidad y satisfacción que me provocó que éste llegara a mi inspiración de forma tan súbita y tan sutil y se fuera poco a poco materializando en una de las obras con las que comparto una gran conexión.