El arte de “Enseñar”, desde mi perspectiva, lleva implícito el deseo incesante de trascender, por legar algo y de compartir. Y los motivadores para hacerlo pueden ser tan diversos, tan importantes o tan perversos que de ello ha quedado constancia desde tiempos inmemoriales.
En la obra quise transmitir que al igual que todo, el Arte de Enseñar se ha transformado con el paso del tiempo, adaptándose a las circunstancias propias de cada época, partiendo desde la concepción de que fueron “los Dioses” quienes dieron enseñanza a la humanidad y hasta nuestros días, en que para aprender no existen límites de tiempo, lenguaje ni condiciones. Como un ciclo interminable es vigente el binomio de “enseñanza-aprendizaje”, más allá de las formas y de los tiempos. Algún día esta obra será un Mural.
Material: Lápices de colores en hoja de papel
Año: Marzo 2016
Medidas: 42 cm Alto x 59 cm de Largo

Nuestros grandes abuelos nos enseñaron que “Las entidades creadoras” dieron a la humanidad algunos “regalos” inconmensurables, tales como la capacidad de aprender y de enseñar los conocimientos, experiencias, creencias, sueños y otros aspectos fundamentales de la vida.
Fue Quetzalcóatl quien enseñó a la humanidad a domesticar el maíz y es por ello que en la obra aparece su rostro etéreo y de su mano el regalo de la semilla sagrada del maíz regada con su sangre para que con sus granos alimentara a la humanidad. La semilla representa “El conocimiento que alimenta al ser”.



Nuestros grandes abuelos nos enseñaron a cultivar el espíritu guerrero para vencer las adversidades, incluso las propias como el ego y el miedo. Esto está representado por el guerrero águila.
También nos enseñaron que las fuerzas de la naturaleza interactúan para dotar de vida y a veces de muerte pero que con ello el ciclo se mantiene y evidencia que todo está interconectado, por ello, en la obra aparece Tláloc como la entidad de la lluvia que riega los campos y con ello se crea la vida (representada con la nopalera) y da frutos y regresa a la tierra nutrientes que a su vez preserva el ciclo de la vida.


“La imaginación”, ese don maravilloso, está representada por una esfera de luz chispeante que ha hecho que algunos imaginemos el pasado y a otros imaginar el futuro, eso es precisamente lo que quise capturar en esa escena. Una mirada al pasado y una mirada al futuro a través de la imaginación. Si puedes imaginarlo por supuesto que puedes crearlo.
Con estas manos quise decir “DAR”, porque la enseñanza es eso, dar para aprender, para compartir, trascender, conservar, motivar, entre otras cosas. Siempre he pensado que con cada enseñanza que se da o que se recibe, llega un regalo y éste debe de aquilatarse, ya sea una lección, un ejemplo o un soplo de inspiración. Es una parte viva que alguien o algo nos da para que habite en cada quien y se comparta nuevamente. Es un regalo que lleva intrínseca la promesa de volverse a regalar.


“La Sabiduría”, representada con una mujer que “toca” al individuo, representa uno de los grandes fines del saber, del aprender y del ser, es uno de los caminos para acercarse a la verdad.
Abajo “un Ser de materia” que alberga conocimientos. Con ello quise decir que con el desarrollo de la tecnología, la enseñanza y la transmisión y conservación de conocimientos ya no ocupa u ocupará ni siquiera un espacio físico definido, sino que estará en todas partes y el acceso a ello será ilimitado, por ello la sabiduría deberá ser el eje rector de ello.
La Muerte pone fin a la vida “del maestro”, sin embargo, sus enseñanzas perduran a través del tiempo, más allá de su tiempo y su espacio, pues su legado ha de permanecer registrado en la tradición oral, en pinturas, códices, templos, libros, arte, etc.
El esqueleto está rodeado de un halo a través del cual, las enseñanzas trascienden a la piedra, a los libros, a la información binaria y a las plantas, como una manera de evidenciar que cada persona deja “una huella” en este mundo.


El conocimiento es Libertad y aquí la represento con una mujer que abre sus brazos y se entrega al mundo, que se libera de las ataduras y que se transforma en un ser libre y poderoso, representado por el águila sagrada. El saber nos hace libres y poderosos, eso es justo lo que quise expresar con esta escena.